24 abr 2016

Charlando con la Meteo

De izda. a dcha: Periko, Matteo, Juancar, Romo, Suco, Jorge, Carlos y Ander

Las 8 de la mañana. A través de la ventana de la autocaravana observamos la gris cortina de aguanieve que se desplaza en diagonal a lo largo del valle de Barrabés. El viento, que no conoce fronteras, empuja sin descanso las oscuras nubes hacia nuestro soleado sur, cerrando el horizonte, enfriándonos los ánimos.

Esperamos a Jorge García-Dihinx –el de la “Meteo que viene”– que llega con su grupo de Sallent y Biescas. El plan es acompañarle en su excursión al refugio de Llauset –subiendo por Angliós y descendiendo por Rigüeño–, y desde allí, ascender algún pico de la zona. Jorge, que está inmerso en la elaboración del tercer volumen de sus rutas con esquís, necesita completar datos y comprobar las diferencias entre los dos accesos al nuevo refugio.

La ventisca no cesa pero nos esforzamos en creer que el tiempo puede todavía cambiar. Nos aferramos a la idea de que, viniendo Jorge, el tiempo no nos puede fallar. Oteamos la solitaria carretera con la esperanza de verlo llegar, cual salvador, arrastrando tras de sí el anhelado cielo azul. Llegan puntuales y simpáticos, pero tras los saludos, constatamos que el tiempo, cabezón, no cede, y que si continuamos a la intemperie nos arriesgamos a que se nos congelen las sonrisas. Jorge, sintiéndose un tanto responsable, nos propone descender unos pocos kilómetros por el valle y remontar la pista de la presa de Llauset. El clima cambia radical. Impresiona comprobar como la distancia entre el invierno y la primavera puede ser tan breve. Sin embargo, el buen tiempo y la orientación sur vienen con peaje: la nieve comienza tan alta que hay más recorrido de porteo que de esquí. Definitivamente, hoy no es el día. 

Nos congregamos en torno a una mesa, cervezas y café, y charlamos… ¡de montaña! ¡De qué si no! Noticias, anécdotas, proyectos… La montaña nos ha reunido, no hay discusiones ni polémicas, no hay equipos enfrentados ni bandos que defender. La montaña es un territorio que nos acoge a todos sin distinciones de clase, edad y mucho menos políticas. La montaña es nuestra patria común.