27 ene 2014

Peña Roya, Tendeñera




Panticosa (1140 m), 8 de la mañana: 


Un par de ingenuos se dirigen a una de las ventanillas con la intención de comprar dos “bonos de paseo”, es decir, válidos para una única subida en telesilla hasta lo alto de la estación. En el momento de comprarlos se nos ocurre mencionar que vamos a dar una vuelta con esquís de montaña. Ahí se acaba la historia:

    –Aramon no vende “bonos de paseo” si llevan esquís– nos dicen.

Insistimos en que no vamos a esquiar en la estación, que lo nuestro es la montaña, nos pasan a las oficinas, nada que hacer:

   –Aramon no vende “bonos de paseo” si llevan esquís– nos repiten.

Puedes ir a pie, con raquetas, en pelotas o haciendo el pino, pero si vas con esquís:

   –Aramon no vende “bonos de paseo”–. Amén.

Parece ser que tienen miedo a que les estafen quedándose a esquiar en las pistas, supongo que no cuentan con los medios –o no quieren tomarse la molestia– para controlar los accesos a los remontes. En fin, cada uno en su casa es libre de hacer lo que quiera, aunque eso signifique en su caso dejar de lado los posibles ingresos del cada vez más importante gremio de los esquiadores de montaña. Quizá podrían tomar nota de lo que hacen desde siempre a tan sólo a unos pocos kilómetros al norte, donde los “forfaits de randonnée” son un producto más de las estaciones que facilitan y promocionan así las excursiones y travesías.

Todo esto viene a cuento de que pensábamos acercarnos hasta Peña Roya o Peña Sabocos utilizando los remontes para salvar parte del desnivel. Primero porque queríamos dar una vuelta tranquila sin grandes pretensiones y, por otra parte, porque tener que atravesar toda la estación es, además de peligroso, un auténtico peñazo.


Ibón de los Asnos (2065 m), un rato después: 


Bordeamos el congelado ibón mientras superamos los últimos postes y cables de la estación. Paso a paso vamos dejando atrás la multitud, los ruidos y el aroma a civilización, y nos adentramos en el solitario y silencioso mundo de la alta montaña. Con la vista puesta en la dentada cresta de Tendeñera, dudamos si dirigirnos al Sabocos o a Peña Roya. Finalmente nos decantamos por esta última pues son casi 200 m de desnivel menos.

La estriada muralla de Peña Roya mantiene su aire inaccesible si bien el manto de nieve disimula en parte su dureza. Al fondo del pequeño circo se aprecia el comienzo del corredor que rompe sus defensas y se dispara blanco y vertical hacia la cima. Al poco de comenzar, nos percatamos de que con tanta inclinación los esquís, más que ayudar, nos entorpecen. Los clavamos en la nieve y continuamos a pie, sin crampones, las botas entran lo justo y nos permiten subir rápido y directo. Con sorpresa alcanzamos la cumbre en pocos minutos; el corredor, que parecía infinito, se revela corto y sencillo. En el punto más alto nos recibe un extraño artefacto, cubierto de hielo, algún tipo de aparato meteorológico, otro cachivache más que puebla nuestras montañas. 

La vista es espléndida. Es la ventaja de las sierras desgajadas del eje central del Pirineo –como ésta de Tendeñera o su gemela de Partacua–, a las que su posición secundaria les convierte en estupendos miradores sobre la cadena principal. A nuestros pies, el profundo agujero del valle de Tena y el embalse Búbal y, sobresaliendo en la lejanía, como siempre, la orgullosa silueta del Midi d’Ossau. La cimas de Tendeñera se alinean en la sierra como blancos soldaditos: Sabocos, Forato, Ripera, Tendeñera… tentándonos con sus aristas y corredores. Aquí hay material para varias excursiones. Volveremos.




Nos adentramos en el solitario y silencioso mundo de la alta montaña. 



Vemos ya la estriada muralla de Peña Roya






Al fondo, el congelado ibón de los Asnos




Parte final del corredor de Peña Roya


Saliendo del corredor, camino de la cima de Peña Roya






Arsen en la cima de Peña Roya



Al fondo, Peña Sabocos


El embalse de Búbal y a lo lejos la inconfundible silueta del Midi d'Ossau



Descenso del corredor






Excursión realizada el 30 diciembre 2013

1 comentario:

  1. Aramon...? que quieres sacar de Aramon ... nada ... lo único que hacen : destruir. Pero llegará el día en que te llamen a casa para que vayas allí y te den lo que quieras en plan oferta, será cuando "la venganza del chinito" será posible mandándoles a tomar por "donde pican las guindillas". He dicho.
    Agur.

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